El papa criticó hoy a los católicos que «debaten y exponen todo tipo de teorías», pero «no conocen ni siquiera a un pobre por su nombre,» o «no han visitado a un enfermo durante meses».
Así habló en su homilía en la misa de sufragio dedicada a los cardenales y obispos fallecidos durante el año que se ha celebrado hoy en la basílica de San Pedro. «Hay cristianos que comentan, debaten y exponen teorías, pero no conocen ni siquiera a un pobre por su nombre, no han visitado a un enfermo durante meses, nunca han alimentado o vestido a alguien, nunca han hecho amistad con alguien con necesidad», dijo Francisco en una homilía sobre cómo debe ser la vida del cristiano en espera de la muerte y del juicio divino.
Traduccción de los totales:
«Hay cristianos que comentan, debaten y exponen teorías, pero no conocen ni siquiera a un pobre por su nombre, no han visitado a un enfermo durante meses, nunca han alimentado o vestido a alguien, nunca han hecho amistad con alguien con necesidad».
«Las cosas de aquí abajo no subirán allí: las mejores carreras, los mayores logros, los mayores prestigios, las riquezas acumuladas y las ganancias terrenales, todo se desvanecerá en un momento. Y todas las expectativas puestas en ellas se verán defraudadas.
Y sin embargo, ¡cuánto tiempo, esfuerzo y energía gastamos preocupándonos y entristeciéndonos por estas cosas, dejando que la tensión hacia el hogar se desvanezca, perdiendo de vista el sentido del viaje, la meta del viaje, el infinito al que tendemos, la alegría por la que respiramos!»
«Estar cerca de los enfermos y los presos, sí, pero en las portadas de los periódicos y en las redes sociales hay otros problemas más urgentes, ¿por qué tengo que preocuparme por ellos? Problemas más urgentes, así que ¿por qué debería preocuparme por ellos? Acoger a los inmigrantes sí, sí, pero es un tema general complicado, se trata de política… No me meto en estos cosas… Siempre los compromisos: ‘sí, sí…’, pero ‘no, no’. Estos son los compromisos que hacemos con el Evangelio».
«De simples discípulos del Maestro pasamos a ser maestros de la complejidad, que discuten mucho y hacen poco, que buscan respuestas más frente al ordenador que frente al Crucifijo, en internet que en él los ojos de nuestros hermanos y hermanas; cristianos que comentan, debaten y exponen teorías, pero no teorías, pero no conocen por su nombre ni a un pobre.
«Hoy el Señor nos recuerda que la muerte viene a hacer la verdad sobre la vida y elimina todas las circunstancias atenuantes de la misericordia. Hermanos, hermanas, no podemos decir que no lo saben. No podemos confundir la realidad de la belleza con el maquillaje artificial».


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