Cuando hablamos de masturbación femenina, nos referimos a los hábitos de autoestimulación de la vulva. Este tema ha sido tabú hasta hace muy poco tiempo, ya que la mayoría de personas con vulva son socializadas como mujeres y tradicionalmente se ha asumido el hábito de la masturbación como “cosa de hombres”.
No obstante, el acceso a información veraz sobre la sexualidad en general y la masturbación en particular hace que cada vez más personas se animen a experimentar los beneficios de la autoestimulación.
Los tabúes creados en torno a la masturbación
Muchas mujeres y personas con vulva han visto su autoplacer censurado. La mayoría de las sociedades han sido más permisivas con la sexualidad de los hombres. Además, las relaciones sexuales se han centrado tanto en el pene y en la penetración que se ha dado poco espacio a hablar sobre la masturbación. Pero, en realidad, es un hábito tan placentero como saludable y no debe ser relegado a una práctica secundaria.
Las ventajas de la masturbación femenina
El hábito de masturbarse es muy saludable, y en esta lista encontrarás 14 de los beneficios más importantes que ofrece.
1. Normaliza el autoerotismo
Lo primero de todo, si queremos que la autoestimulación de la vulva deje de ser un tabú… ¡tenemos que hablar de ella! Y qué mejor manera que poder experimentarla en primera persona y, si se quiere, poder compartir la experiencia con otras personas. Cada cual, por supuesto, tiene sus propios límites a la hora de hablar de su intimidad; pero naturalizar las conversaciones sobre la sexualidad y el autoerotismo es esencial para que nadie se sienta un “bicho raro” en sus experiencias.
2. Fomenta el autoconocimiento
La vulva está muy invisibilizada. En primer lugar, porque es anatómicamente menos accesible que el pene: no está tan expuesta a simple vista, no hay que tocarla al orinar… Y, en segundo lugar, porque la mayoría de personas nacidas con vulva, al ser socializadas como mujeres, se les asigna un papel más restrictivo en el autoerotismo (está muy normalizado que niños y adolescentes se toquen el pene, pero no que lo hagan las niñas).
La masturbación es un hábito estupendo para observar y tocar la vulva, y así tener un mejor conocimiento de los propios genitales.
3. Cambia actitudes previas
El autoplacer puede ayudar a modificar creencias previas y actitudes negativas inculcadas respecto a la propia sexualidad. Cuando hay una educación sexual deficiente, muchas personas sienten culpa por el mero hecho de sentir deseo o placer. Además, las mujeres se ven frecuentemente en la expectativa de ser complacientes en el sexo en pareja; la masturbación puede ayudar a fomentar el egoísmo, en el sentido positivo de la palabra.
4. Mejora la autoestima
El desconocimiento sobre la vulva hace que muchas personas sientan extrañeza o incluso rechazo hacia sus propios genitales. Los cánones de belleza también entran aquí, ya que existe el mito de que la vulva ha de tener un aspecto concreto: que sea simétrica, que los labios internos sean menores que los externos… cuando la realidad es que existe una gran diversidad. La autoestimulación es un paso importante para familiarizarse con los propios genitales y lograr una mayor aceptación corporal.
Incluso existen proyectos concretos en los que, por medio de juguetes eróticos, se propicia que los hombres trans que no desean someterse a cirugía genital encuentren vías alternativas de estimulación del clítoris para vivir su sexualidad y su cuerpo de manera más plena.
5. Aporta crecimiento erótico
El momento de masturbarse es perfecto para conocer lo que a cada cual le excita. Dedicarse un ratito de vez en cuando para fomentar el autoerotismo puede potenciar la habilidad para imaginar fantasías. Además, convertirlo en hábito hace que lo erótico esté más presente en el día a día y, por lo tanto, contribuye en buena medida al deseo sexual.
6. Empodera
¿Hay algo más emancipador que ocuparse del placer propio? Es algo común, especialmente en mujeres heterosexuales, que durante el sexo se adopte un rol pasivo, como esperando que sea la otra persona quien “le provoque” un orgasmo. Bueno, pues si quieremos quitar presiones cada cual ha de ser responsable de su propio placer… para después poder compartirlo libremente.
Con el reciente éxito de algunos juguetes eróticos, muchas mujeres han descubierto que pueden sentirse mucho más empoderadas respecto a su sexualidad. Por supuesto, el uso de juguetes es una gran idea aunque no es condición necesaria. Basta con usar las propias manos para experimentar y descubrir sensaciones.
7. Potencia la capacidad orgásmica
Hay muchas personas que se consideran anorgásmicas hasta que empiezan a masturbarse. Esto tiene que ver con que las relaciones sexuales en pareja, especialmente cuando se trata de parejas heterosexuales, están muy centradas en la penetración vaginal. En cambio, la masturbación permite una mejor estimulación del clítoris, lo que en la mayoría de los casos permite llegar al orgasmo con más facilidad.
Además, como los orgasmos se experimentan con contracciones de los músculos del suelo pélvico, los propios espasmos contribuyen al tono muscular de la zona. El tono y la fuerza de la musculatura pélvica es un factor que influye en el orgasmo así que, cuantos más orgasmos haya, más (y mejores) podrá haber en las siguientes ocasiones.
8. Mejora el sexo en pareja
Existe el mito de que la masturbación es un “sustituto” del sexo en pareja, una manera de “consolarse” cuando hay insatisfacción sexual. La realidad es que la masturbación es positiva para las relaciones ya que, cuanto más claro tengan los miembros de la pareja lo que les gusta, mejor podrán comunicárselo para disfrutar en compañía.
De hecho, masturbarse en presencia de la pareja (siempre de manera consensuada, por supuesto) puede ser una actividad muy enriquecedora. Se puede hacer de manera individual o simultánea, y aporta muchas oportunidades para aprender, compartir y disfrutar.
9. Amplía el repertorio sexual
Tocar y conocer la vulva contribuye a idear nuevas técnicas de estimulación. Esto es de gran ayuda para reducir el coitocentrismo: la tendencia a centrar las relaciones sexuales en la penetración.
En situaciones como, por ejemplo, las parejas en las que existe algún tipo de disfunción sexual o diversidad funcional, el coito puede no ser una opción. Centrarse en prácticas no penetrativas como la masturbación puede enriquecer y aportar mucha variedad a las relaciones sexuales.
10. Es más segura
La masturbación femenina, siempre que se haga bajo unas condiciones de higiene adecuadas, es una de las prácticas más seguras que se pueden llevar a cabo. Evidentemente, cuando se hace en solitario la posibilidad de contraer algún tipo de infección es mínima.
Cuando se hace en pareja, sigue siendo una práctica muy segura. Es cierto que ninguna interacción sexual está totalmente libre de riesgos ya que hay ITS como el Virus del Papiloma Humano que se transmiten por el simple contacto piel con piel. No obstante, se puede aumentar todavía más la seguridad utilizando guantes o barreras de látex o preservativos vaginales.
11. Produce relajación
El orgasmo consiste en la liberación de tensión sexual, y le sigue un estado de relajación. Esto puede ser maravilloso para aliviar un poco el estrés que se puede sufrir en el día a día. Puede ayudar también a dormir mejor y con más facilidad, e incluso contribuir al alivio de los dolores menstruales.
Incluso aunque no haya siempre orgasmo, el mero hecho de dedicarse un ratito propio ya puede ser suficiente para crear un paréntesis entre los ajetreos y las exigencias de la vida cotidiana. Siempre se pone el ejemplo de darse un baño para relajarse, pero ¿por qué no una sesión de autoplacer? Y si se pueden tener ambos, ya es maravilloso. ¡La masturbación también es autocuidado!
12. Tonifica el suelo pélvico
Como ya he mencionado antes, gracias a los orgasmos en la masturbación femenina (además de aportar mucho placer) son de gran ayuda para mantener los músculos pubococcígeos en buena forma. Aparte del orgasmo, hay otros aspectos de la masturbación de la vulva que pueden contribuir a que el suelo pélvico tenga mejor salud.
El mejor ejemplo de esto es el uso de vibradores. La vibración tiene un efecto muy positivo sobre la musculatura pélvica, de manera que usar un juguete erótico puede aportar tanto disfrute como salud. Pasar lentamente un vibrador por los labios externos e internos, la entrada de la vagina y el glande del clítoris es un ejercicio muy placentero y muy saludable para cuidar el suelo pélvico.
13. Ayuda a prevenir problemas
El hábito de mirar y tocar el cuerpo es bueno no sólo para aceptarlo, sino para conocerlo también. La masturbación femenina permite estar en contacto con los genitales, aportando una mejor noción sobre cómo es la propia vulva. Tener una mayor familiaridad permite detectar antes cualquier tipo de cambio que pueda indicar infección o problemas de salud (por ejemplo, si aparecen verrugas o irritación, o si hay alteraciones en el flujo vaginal).
14. ¡Es divertido!
Después de todos estos beneficios, ¿Cómo iba a quedarse fuera el más importante? La masturbación femenina es salud, es empoderamiento… pero sobre todo, ¡es placer! La autoestimulación femenina ha estado muy estigmatizada, pero eliminando los tabúes y los mitos es posible disfrutar muchísimo del autoerotismo.
No existen ni maneras ni frecuencias “correctas o incorrectas” de masturbarse. Siempre y cuando se haga con higiene y seguridad y de manera libre, es una práctica completamente recomendable.
En resumen
Como podemos ver, la Derribar los tabúes existentes en torno al autoplacer es fundamental para disfrutar más libremente de la sexualidad.masturbación ofrece muchos beneficios a varios niveles. ¿Por qué no fomentar este hábito tan positivo? Hasta hace no mucho, era algo mal visto pero estos datos pueden ayudar a cambiar las percepciones erróneas.
- Conducta sexual más sana. ...
- Alimenta la autoestima. ...
- Refuerza el piso pélvico. ...
- Orgasmos más fáciles. ...
- Produce relajación y sueño. ...
- Ayuda a reducir cólicos menstruales. ...
- Tiene efecto analgésico y desinflamador. ...
- Mejora el desempeño sexual.
En esa parte sobre la que se han hecho un montón de bromas, pero de la que rara vez se habla en serio: la masturbación y el orgasmo. Así,
Vamos a preguntarnos cuáles son los principales beneficios de estimulación sexual y qué nos dice la ciencia como respuesta.
La estimulación sexual ayuda a conocernos
No podremos disfrutar plenamente de una relación sexual sin antes habernos autoexplorado. Si queremos que la relación sexual sea satisfactoria para nosotros, tenemos que entender que nuestro “partenaire” no es adivino y necesita que le guiemos de forma delicada hacia lo que nos gusta y lo que no.
Una buena forma de descubrirlo es la propia estimulación sexual que podemos proporcionarnos a nosotros mismos. En ella tendremos el control absoluto y podremos explorar variando la manera en la que nos tocamos o la intensidad con la que lo hacemos.
El objetivo de la estimulación sexual no es solo el orgasmo
El coito y la masturbación compiten por el orgasmo, aunque éste último nunca presentará, evidentemente, fines reproductivos. Se presenta además como una alternativa terapéutica para muchas situaciones en las que estamos estresados, ansiosos, tristes, tensos y necesitados de electricidad mental y física.
Ante todo, el orgasmo no deja de ser una descarga eléctrica que nos abre de par en par los sentidos por la vía del placer. No deja de ser una especie de cortocircuito intenso que recorre nuestro cuerpo y que de alguna manera reinicia nuestra actividad cerebral.
Ayuda a dormir mejor y también a activarnos
El neurotransmisor de la serotonina y la hormona prolactina se ven implicados en el sueño y ambos son liberados en el orgasmo posterior a la estimulación sexual. Los niveles de prolactina, segregada por el hipotálamo, alcanzan altas concentraciones tanto durante la excitación y el orgasmo como en la fase REM del sueño. Esto sugiere que existe una fuerte relación entre la prolactina, sexo y sueño.
La serotonina liberada durante el orgasmo, fabrica melatonina que es la encargada de regular los ciclos sueño/vigilia en el organismo y su déficit está asociado a los problemas de insomnio. La conexión es clara: si se segrega serotonina, se sintetiza melatonina y ésta última nos inducirá al sueño.
El orgasmo aumenta también la secreción de noradrenalina durante un corto periodo de tiempo, un estimulante que acelera las sinapsis, aumenta la frecuencia cardíaca y está relacionada con los impulsos de alerta ante peligros.
Nos hace ser más felices
La oxitocina es otro hormona liberada por el orgasmo, que además podríamos asociar al sueño. Se cree que la oxitocina reduce los niveles de estrés, lo cual de nuevo nos podría conducir a la relajación y la somnolencia pero también estimula la sociabilidad y el deseo de llevar a cabo actividades creativas y comunicativas. Además, aparece en mayor cantidad en mujeres.
Tras el orgasmo aparece la dopamina, un potente neurotransmisor liberado por el área tegmental ventral y controlado por el núcleo accumbens, que actúa como sistema del placer del cerebro. Finalmente, la glándula pituitaria libera endorfinas beta que disminuyen el dolor y aumentan el sentimiento de unión o afiliación.
Protege tu corazón
La Fundación Española del Corazón (FEC) ya destacó la importancia del orgasmo como protector de enfermedades cardiovasculares. Existen diversos estudios que indican que la actividad sexual está relacionada con la prevención de enfermedades, la reducción del estrés y el control de peso, ya que durante la estimulación sexual se elevan los niveles de inmunoglobulina, lo que protege de infecciones y favorece una mayor resistencia a las patologías.
Por: Joana Mercedes
Fuentes consultada:lamenteesmaravillosa.com y www.avancepsicologos.com
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