Con un fastuoso escenario que simulaba un espacio sideral, pantallas ovaladas a ambos costados y una pasarela que llegaba hasta el centro de la arena, a las 11:10 p. m., entre gritos eufóricos del público, inició el show con la canción “Higher Power”, siguiendo con “Adventure of a Lifetime” y “Paradise”.
Coldplay, formada por Chris Martin, Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion, interpretaron también otros éxitos que fueron coreados a todo pulmón por el público como “Yelow”, “Clocks”, “The Scientist”, “Sparks”, “Viva la vida”, “My universe”, “A Sky Full of Stars”, “Paradise y “Fix You”, entre otros.
No tocaron “Trouble”, ni tampoco “In my place”, la hermosa balada contenida en su mejor disco: A Rush of Blood to the Head (2002).
A cada asistente se le entregó en la puerta un brazalete que iban cambiando de color al ritmo de la música que sonaba.
Más allá de la música
Fue uno de los más épicos conciertos que se ha hecho en años en el Olímpico, una verdadera montaña rusa de emociones de principio a fin, una perfecta conexión de la banda con el público.
Más que un concierto de rock, fue un viaje sensorial y placentero. Hubo de todo: un colorido escenario, marionetas, confetis, esferas de fiesta, proyecciones que recreaban otros escenarios, globos, luces láser, fuegos artificiales, llamaradas, una verdadera fiesta de dos horas sin parar, en donde la banda encantó a un diverso público compuesto por adolescentes, adultos, niños y hasta ancianos.
Saymon Díaz fue el productor del evento, con su empresa SD Concerts.
Coldplay, comprometidos con el medio ambiente, exigió a los organizadores un riguroso compromiso con evitar la contaminación en el espacio luego de terminado el concierto.
Parte del dinero recaudado en venta de boletas será donado a varios programas ambientales en varias partes del mundo.
El show estuvo alimentado de energías renovables, solar y eólica. Dentro del estadio había bicicletas que alimentaban una fuente de energía a las que los fanáticos podían subirse y pedalear. En un momento Chris Martin presentó a su padre en pantalla gigante mientras éste, sonriente, se encontraba pedaleando.
Chris Martin, con su español limitado, pidió a los asistentes que levantaran sus brazos y enviaran energía positiva hacia el planeta, que pasa por un “momento difícil”, luego sorprendió a los asistentes al interpretar, solo a guitarra acústica, algunos versos de la canción “Bachata rosa”, del grandioso Juan Luis Guerra, la misma fue coreada de principio a fin por los asistentes felices y sorprendidos, ayer el propio artista agradeció el gesto y no ocultó la emoción de ese detalle.
Contrapartes
Al caer la tarde la cantante dominicana La Marimba puso a bailar con sus contagiosos ritmos caribeños a los asistentes mientras llenaban el estadio, más tarde la cantante californiana de Rhythm and blues, H.E.R, fue una agradable sorpresa que cautivó con su voz hermosa, su gran banda y coristas.
Al final
Entre confetis y más fuegos artificiales Coldplay se despidió con la canción “Humankind” y “Biutyful”, mientras los fanáticos aplaudían y gritaban a todo pulmón para agradecer a estos ingleses por una noche inolvidable.
— México
La banda, que el pasado viernes inició su gira mundial con dos conciertos en Costa Rica, ahora va rumbo a México, en donde ofrecerán 8 presentaciones.
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