La educación es un derecho humano (Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948). Sin embargo, según la UNESCO, en la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.
Con esta declaratoria se quiere dejar en claro que, sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y todas, y que esta a su vez brinde oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la tan anhelada igualdad de género ni, mucho menos, se puede romper con el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, niñas, jóvenes y adultos, robándoles las oportunidades de crecer de manera integral.
En la actualidad, existe un gran número de niños y niñas, jóvenes e incluso adultos que siguen sin ir a la escuela. Esto ha desembocado en un nivel de analfabetismo, no pueden leer ni escribir, y menos aún han incursionado en el mundo digital.
Organismos internacionales como, la UNESCO incita a los gobiernos, instituciones internacionales y sus asociados a ver a la educación universal de calidad en una prioridad principal, siendo ésta la semilla que logrará a futuro, todos los cambios deseados en la vida de cada uno de los individuos, sus familias y la comunidad
Hoy 24 de Enero, debemos resaltar queda mucho por hacer para llegar a una educación de calidad, equitativa e inclusiva para todas las personas. La desigualdad de género y la pobreza siguen siendo los dos pilares que sustentan el no cumplimiento de este derecho humano.
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