Esa es la conclusión del Informe de las Condiciones de Detención y de Prisión 2022 presentado por la Oficina Nacional de Defensa Pública, en el que se explica que este centro fue creado para una capacidad máxima de 243 personas y tiene 941 privados de libertad.
De esos 941 reos, 721 son presos preventivos y 220 son condenados.
Según el informe, la cárcel tiene varias adaptaciones de espacio creadas por los propios internos y hay quienes duermen en los pasillos por no tener recursos para costear un espacio.
“Hay sobrepoblación, las habitaciones o celdas no tienen espacio adecuado para que las personas puedan estar de pie, no tienen ventilación ni luz natural, por tanto, no son habitables; se necesitan áreas específicas para visitas conyugales; los colaboradores de la cocina no cuentan con indumentaria de higiene; no hay actividad escolar formal. La formación técnico profesional es mínima”, indica.
Detalla el informe que los dormitorios, también denominados goletas, son estrechos y de poca altura, están comprendidos de dos niveles o dos goletas, con acceso por pequeñas escaleras realizadas por los propios internos y que por lo regular las personas no pueden estar de pie.
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