Desde la casa de Morena, como la llaman los vecinos, llegaron a salir grupos de personas entonando canciones asociadas a esa tradición. Pero eso era en otros tiempos, asegura ella. Los desteñidos retazos de papel vejiga que cuelgan del techo de su colmado, frente a su casa, evocan otros tiempos.
"Aquí lo hacían, pero el que lo hacía se murió, hace mucho tiempo. Lo que nosotros hacíamos prácticamente no es gagá, porque el gagá tiene una orquesta: tiene reinas, tiene reyes... lo de nosotros era un cancito y lo prohibieron, y no se puede tocar, porque no podemos romper la ley", explicó con una mirada desconfiada y un cigarro en las manos.
A pocos metros de su casa, una patrulla de la Policía se para firme sobre un bar cerrado. Un hombre de la Defensa Civil echa un ojo a las aguas enlodadas del río Guanuma, frente a un letrero que dice "balneario cerrado".
El silencio prima en los poblados donde los residentes niegan con la cabeza y señalan otros poblados cercanos en los que pueda hallarse algún avistamiento de esta celebración como en Batey Yagua, El Vigía, Los Jovillos y Don Juan.
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