Los hechos se remontan a enero de este año, cuando, antes de la ceremonia de los Globos de Oro, se celebró una fiesta privada a la que asistió la cantante. Durante el evento, los paparazzis aprovecharon para fotografiarla a su llegada.
Según la denuncia, Jennifer López habría utilizado esas imágenes en sus redes sociales sin contar con la autorización correspondiente. El fotógrafo Edwin Blanco y la agencia BackGrid USA, quienes aseguran ser los responsables de las fotos, han interpuesto la demanda como propietarios de las imágenes hechas en la entrada del Bar Marmont, en Los Ángeles, lugar donde se celebró la fiesta previa.
Ambos acusan a la artista de una violación deliberada de la Ley Federal de Derechos de Autor. En el caso de salir culpable, J.Lo podría enfrentarse a una multa de hasta 150.000 dólares por cada fotografía publicada sin permiso.
El abogado Peter Perkowski, representante del fotógrafo Edwin Blanco y de la agencia BackGrid USA, declaró a Billboard que “este litigio previo puso a la Sra. López en aviso sobre los requisitos legales y las posibles consecuencias asociadas con el uso de imágenes protegidas por derechos de autor sin la debida autorización”.
Además, añadió: “A pesar de ello, la Sra. López ha continuado con este tipo de conductas, demostrando un desprecio intencional por los derechos de autor de BackGrid a través de un patrón de comportamiento que socava los derechos de los creadores de contenido”.
¿Cómo es posible demandar a alguien por publicar su propia imagen?
Este tipo de demanda se ha vuelto cada vez más común en la era digital. Aunque parezca contradictorio que una celebridad sea demandada por compartir fotos suyas, la ley de derechos de autor dicta que el fotógrafo, no el sujeto, posee los derechos de autor de la imagen, a menos que se transfieran explícitamente.
Las agencias de paparazzi suelen obtener ingresos licenciando estas fotos a los medios de comunicación. Cuando una celebridad publica la foto, especialmente a una gran cantidad de seguidores en redes sociales, puede reducir significativamente el valor de mercado de la imagen para el titular original de los derechos de autor.
Reincidente en problemas legales
Esta no es la primera vez que la actriz enfrenta este tipo de acusaciones. Ya en 2019 fue demandada por motivos similares, y según el abogado Peter Perkowski, representante del fotógrafo, “este litigio previo puso a la Sra. Lopez en aviso sobre los requisitos legales… A pesar de ello, ha continuado con este tipo de conductas, demostrando un desprecio intencional por los derechos de autor de BackGrid”.
Si se comprueba su responsabilidad, la artista podría enfrentar una multa de hasta 150.000 dólares por cada imagen compartida sin permiso.
Una tendencia que crece
J.Lo no está sola. Otras estrellas como Dua Lipa, Justin Bieber o Miley Cyrus también han sido demandadas por usar fotos tomadas por paparazzis sin autorización. Esta práctica, cada vez más común en la era de Instagram, abre el debate sobre quién debería tener derecho a controlar la imagen de una persona famosa: ¿el fotógrafo que la captura o la celebridad que aparece en ella?
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