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Cómo evitar el sedentarismo y ser más saludable

 

Cuanto van pasando los años, más propensos somos a caer en el sedentarismo. De hecho, se calcula que el 67% de los adultos mayores pasan sentados más de ocho horas al día, y sólo entre el 28% y el 34% de los adultos de 65 a 74 años son físicamente activos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

Las consecuencias de pasar demasiado tiempo sentada. “Estar sentado es el nuevo hábito de fumar en términos de riesgos para la salud”, dijo en diálogo con la revista Harvard Health Publishing. “La falta de movimiento es quizá más culpable que cualquier otra cosa de un sinfín de problemas de salud”.

El sedentarismo es un mal muy extendido en la sociedad. Se vincula con múltiples dolencias de salud física y mental, por lo que evitarlo es una tarea prioritaria.

Siguiendo en la línea del ahorro, te proponemos actividades físicas sencillas y fáciles de realizar en cualquier momento para que las incorpores a tu rutina diaria. 

El objetivo es ayudarte a combatir el sedentarismo, uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca.

Si quieres, puedes

Si crees que hay que sufrir para actuar contra el sedentarismo... ¡estás muy equivocado! Aunque tengas una vida inactiva, tú también puedes adaptar a tu cuerpo al ejercicio físico poco a poco. 

Dar el primer paso no implica pasarse horas en el gimnasio, hacer sesiones interminables en la piscina o en una sala de musculación. Lo mejor es comenzar con prácticas tan sencillas como estas:

Una vida sedentaria puede afectar a la salud de formas que quizá no sepas. Por ejemplo, estar sentado durante mucho tiempo puede aumentar las probabilidades de desarrollar trombosis venosa (coágulos sanguíneos potencialmente mortales que se forman en las venas profundas de las piernas), según un estudio de más de 15.000 personas.

Camina. Intenta hacerlo durante 30 minutos al día de forma continua. Aprovecha los parques cercanos a tu casa, hazlo solo u organízate para quedar con un amigo y conversar mientras dais un paseo tranquilo. Además de ejercitarte, seguro que consigues pasar un buen rato en compañía.

Aparca el coche. Intenta hacer tus desplazamientos caminando. Si te mueves en transporte público, ¿por qué no te bajas un par de paradas antes de tu destino y haces el resto del recorrido caminando?}

Elige siempre las escaleras. Subir unos escalones en tu casa, en la oficina o cuando vayas a un centro comercial es mucho más beneficioso. Deja el ascensor para personas que de verdad lo necesiten.

Quítale el polvo a la bicicleta. Anímate a usarla para ir al trabajo u otros desplazamientos. Como es un medio de transporte que no contamina, de paso, le estarás haciendo un favor al medio ambiente.

Si trabajas en una oficina, tómate unos minutos de descanso, sal y camina. Romper con la inactividad te ayudará a desconectar de los problemas y tensiones laborales.

Únete a grupos que organicen visitas, excursiones, senderismo o cualquier otro tipo de actividades recreativas que impliquen desplazamientos.

Aprovecha el momento que dedicas a las labores domésticas. Limpiar, pintar o mover los muebles de la casa para darle otro aire al hogar implican un esfuerzo que puede ser muy beneficioso.

¿Te gusta ver la tele? ¡Pues sácale partido al tiempo que estás delante del televisor! Si tienes una bicicleta estática o una máquina de step, aprovecha para utilizarlas mientras estás frente a la pantalla.

Conéctate a Internet y busca un vídeo de ejercicio sencillo. ¿Por qué no pruebas con uno de yoga para empezar?

¡Mueve el esqueleto! Pon un poco de música en casa y déjate llevar. ¿Puede haber un ejercicio más divertido que bailar?

    No hay excusas para quedarse sentado en el sofá. Ponte en marcha con alguna de estas propuestas


    1. Levantarse, sentarse, repetir

    2. Movimientos de manos para aliviar la tensión

    3. Movimientos de los pies

    4. Reuniones en movimiento

    5. Corregir la postura y prevenir el dolor

    Fuente: Infobae

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