Esta moda nació en los 80´s y 90´s cuando los cantantes de hip hop se colocaban cubiertas dentales de oro y joyería conocidas como grillz para ostentar riqueza, estatus, poder, rebeldía y distinguirse del resto.
La realidad es que las decoraciones dentales sobrepuestas rayan el esmalte de los dientes al momento de quitarse y ponerse; además, tener los dientes cubiertos con ellas puede fomentar la producción de bacterias en la dentadura y se acumulen restos de alimento, generando la posibilidad de desarrollar caries o alguna enfermedad periodontal.
El daño que causan estas fundas de oro va más allá de la dentadura, ya que también pueden provocar un desgaste innecesario e irreversible en los músculos, ligamentos y articulaciones maxilofaciales, ya que su uso dificulta cerrar la boca con naturalidad.
Por otro lado, la incrustación definitiva de joyería en el diente causa un daño irreversible en la estructura dental y en el esmalte, ya que es un proceso sumamente invasivo que erosiona el diente y lo deja sumamente vulnerable a caídas o enfermedades, por lo que su tiempo de vida se acorta.
El adquirir esta tendencia varía de acuerdo con los gustos de cada persona, pero la recomendación de la American Dental Association es que, si decides usar grillz, debes ser sumamente cuidadoso con la higiene dental, limitar su uso a breves lapsos de tiempo y visitar a un odontólogo periódicamente.
Por:Juana Mercedes
Fuente:https://blog.sakardental.mx/moda
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