“Es muy difícil sacar a personas que llevan trabajando aquí 15 o 20 años”, dijo Trump. Explicó que muchos de estos migrantes están empleados en sectores esenciales como la agricultura, la construcción, la hotelería o el turismo, y que su aporte a la economía es significativo.
Según Trump, su equipo está trabajando en un plan que podría permitir que estas personas permanezcan legalmente en el país, siempre y cuando no tengan antecedentes penales y cumplan con el pago de impuestos.
“Un granjero puede venir con una carta diciendo que esta persona trabaja muy bien, que es responsable, y eso se tomará en cuenta”, afirmó.
La propuesta contempla la posibilidad de que los migrantes salgan del país temporalmente y luego reingresen con una visa o permiso especial. Aunque aún no se conocen todos los detalles, Trump insistió en que no se trataría de una amnistía general, sino de una solución práctica para un problema real.
Esta declaración marca un cambio en el discurso tradicionalmente más estricto del mandatario respecto a la migración irregular. No obstante, Trump dejó claro que continuará con medidas duras contra quienes tengan antecedentes criminales y que su plan de reforzar las deportaciones sigue vigente.
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