Los congresistas sostienen que la situación recae principalmente en Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Edes, quien, aseguran, no ha logrado ofrecer respuestas efectivas a la creciente demanda ni garantizar estabilidad en el suministro.
El diputado Ramón Bueno (PRM) afirmó que la crisis energética demuestra la incapacidad de las actuales autoridades, y que si tuviera facultad, “quitaría a quien está dirigiendo el sistema eléctrico porque no ha dado pie con bola”. En la misma línea, el vocero del PRD, Ramón Raposo, sostuvo que se requieren nuevas políticas energéticas, ya que las aplicadas hasta el momento “no han dado resultados al gobierno”.
Sin embargo, otros legisladores llaman a la cautela. El presidente del Senado, Ricardo de los Santos, reconoció la magnitud del problema pero advirtió que cambiar funcionarios no garantiza la solución, mientras que el senador reformista Rogelio Genao planteó que el sistema eléctrico debe repensarse a mediano y largo plazo, incluso considerando un rediseño de su estructura.
Ante el deterioro del servicio, algunos congresistas de oposición evalúan la posibilidad de requerir a Marranzini para que acuda al Congreso a rendir explicaciones sobre la situación.
En paralelo, surgen sospechas sobre posibles intenciones ocultas tras el recrudecimiento de los apagones, entre ellas la eventual privatización de Punta Catalina, pese a la alta inversión pública destinada al sector en los últimos años.
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