Martínez fue claro al desvincularse de la crítica absoluta al financiamiento externo, indicando: "yo no quiero satanizar los préstamos, lo que sí hay que satanizar es que esos préstamos no regresen a la poblaicón y que sean para básicamente para aumentar el gasto público y para pagar deudas viejas".
El líder peledeísta lamentó que, a pesar de que el partido de gobierno tiene mayoría en ambas cámaras, no ha habido un impulso de leyes importantes a favor de la República Dominicana, concentrándose en cambio en la aprobación de muchos préstamos.
Abel Martínez insistió en que el propósito de recurrir al endeudamiento debe ser exclusivamente para que "esos retornen bienestar en resultados y en obras y en inversión a los dominicanos". Asimismo, señaló que es lamentable que no exista un freno constitucional para que los gobiernos eviten recurrir a préstamos cada vez que deseen complacer a algunos sectores con subsidios o dar más pensiones de la cuenta.
El exlegislador concluyó que la práctica de utilizar los préstamos de manera ineficiente o incorrecta "es lo que está pasando" en la actualidad.
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