«Al monitorear la vida diaria de los edificios, los sensores de IA detectan cambios en sus sistemas cuando hay anomalías climáticas, y te permiten hacer un seguimiento exhaustivo de los problemas potenciales que puedan venir, por lo que se pueden prevenir mejor los desastres naturales», destacó a EFE la presidenta de la consultoría The Evolvit Group, Daniella de Grande, una de las ponentes.
«Cuando ocurre una tormenta, un huracán o un terremoto, por pequeño que sea, estos edificios inteligentes pueden proporcionar una información detallada acerca del fenómeno y de las secuelas que se puedan dar», añadió.
De Grande subrayó la eficiencia en las mediciones como otra clave de la IA en edificios: «Si encuentras una grieta o una filtración de agua, puedes volver a consultar información de los meses previos para ver cuándo y por qué ocurrió ese problema, lo que te ayuda a prevenir deterioros futuros».
Agregó que en los próximos 3 a 5 años «veremos un gran aumento de nuevos edificios integrados con IA que sacarán mucho provecho de sus gemelos digitales para monitorizar cada posible fallo, como posibles incendios, flujos de temperatura y sensores para optimizar el consumo energético.
Los panelistas también reivindicaron que el inmobiliario es uno de los campos que más usa la IA, tanto a nivel comercial como residencial, para ayudar a gestionar el día a día de los inquilinos y el mantenimiento de los edificios.
En este sentido, los expertos mencionaron que aunque se pueda llegar a pensar que la IA puede llegar a «devorar» las infraestructuras inmobiliarias, esta es «solo los cordones de una zapatilla, mientras que los humanos siempre serán quienes entrelacen los cordones y usen la IA en su máximo beneficio».

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