El síndrome de Down es una condición congénita, donde el individuo nace con ciertas limitaciones y diferencias en relación a una persona normal, comprometiendo su desenvolvimiento durante toda su vida, pues su rendimiento siempre contrastará con el promedio en cuanto a rendimiento físico y también capacidad intelectual.
Sin embargo, a pesar de que la alteración que lo produce está presente desde su fecundación, existen cuidados y pautas muy importantes a tomar en cuenta si se quiere que el niño con este síndrome pueda adaptarse y vivir mejor y por más tiempo.
- Incapacidad intelectual (en todos los casos) que puede ser leve o moderada
- Tono muscular pobre (hipotonia (en todos los casos)
- Cabeza y rostro distintivo (en la gran mayoría de los casos) como cabeza de apariencia pequeña y "aplanada", orejas pequeñas y de implantación baja, nariz pequeña con puente plano, tendencia a sacar la lengua, dientes anormales, ojos "achinados" con inclinación para arriba yc anto interno del ojo cubierto por piel del párpado superior
- E xceso de piel en la parte posterior del cuello (en la grande mayoría de los casos)
Estatura baja (en la grande mayoría de los casos)- Manos características con una sola línea horizontal en la palma de la mano (prega simiesca), d edos cortos (debido a un hueso del medio del dedo (falange medial) pequeño) y los quintos dedos incurvados (en la grande mayoría de los casos)
- Pies anormales (en la grande mayoría de los casos)
- Defectos del corazón (son las malformaciones internas más comunes, presentes en 40% -50% de los casos)
Susceptibilidad para desarrollarinfecciones respiratorias ( neumonías )- Defectos obstructivos del sistema digestivo y hernias (10% -15% de los casos)
- Malformaciones de los riñones
- Problemas de la glándula tiroides (hipotiroidismo)
- Mayor riesgo de desarrollar canceres de la sangre ( leucemias )
Convulsiones (10% -15% de los casos)Sordera - Problemas de los dientes
- Envejecimiento prematuro
- Problemas en la vista: como ojos bizcos (
estrabismo (40% de los casos), problemas de refracción (50% de los casos),catarata (3% de los casos) - Comportamiento espontaneo, cálido, alegre, amable, paciente y tolerante
Los cuidados recomendados para un niño con síndrome de Down deben comenzar desde que se conoce el diagnóstico, pues de ellos dependerá en gran medida el desarrollo de sus capacidades. Esta condición genética presenta unas características de por vida que ameritan el acompañamiento de la familia y la asesoría oportuna inmediata.
Por esta razón, abordaremos en este artículo cuáles son las recomendaciones a seguir para que la estimulación temprana sea satisfactoria para todos. Y les permita a los niños su integración en el mundo de manera natural y respetuosa.
Necesidades de los niños con síndrome de Down
Las personas con esta condición cursan con una discapacidad intelectual. Por lo tanto, necesitarán de una familia comprensiva dispuesta a llevar con paciencia y ganas su crecimiento.
Entre el conjunto de estrategias para su estimulación temprana y para ayudarlos a avanzar con menos dificultades, se encuentran la fisioterapia, la terapia de lenguaje y la psicopedagogía.
Fisioterapia
Cuanto antes empiecen a realizarlas, mejor. Puesto que son niños hipotónicos y necesitan fortalecer el tono muscular. Sentarse, gatear y caminar les costará un poco más de tiempo que a los niños sin síndrome de Down, pero lo lograrán.
Las alteraciones en los mecanismos cerebrales crean una tendencia a la distracción que se puede compensar buscando actividades que tengan pistas visuales y llamen su atención. Sobre todo porque, al ser la audición una discapacidad frecuente en menor o mayor grado, la vista les sirve como refuerzo para aprender a expresarse.
Psicopedagogía
Una atención especializada, guiada por una psicopedagoga, dará resultados satisfactorios en sus progresos. En el plano emocional será de gran apoyo; a medida que avancen en sus aprendizajes se sentirán más independientes y seguros.
Debido a que la dificultad intelectual puede ir de un grado leve hasta profundo, es conveniente que tengan un plan escolar especial. Esto es independiente del tipo de escuela a la que asistan.
Terapias del lenguaje
Las consultas con un foniatra, logopeda o fisioterapeuta les dará ventajas a estos niños para desarrollar habilidades comunicativas. Estas les permitirán interactuar de forma efectiva con los otros a través del habla.
Para que la comunicación con ellos sea efectiva, se debe procurar que las instrucciones sean cortas y sencillas. Puesto que son más lentos para procesar la información, pero tienen la capacidad para responder si se trabajan sus fortalezas. La mayoría son niños muy cariñosos y sociables.
La alimentación
La nutrición debe ser variada y balanceada, como la de cualquier bebé. Siempre bajo la orientación de un especialista, por si aparecen signos de algún problema alimenticio que le impida ejecutar funciones orales, como la masticación o la deglución.
Se ofrecen primero las texturas blandas, como papillas, y a medida que se van adquiriendo destrezas para tragar alimentos sólidos se prueban con otras opciones, midiendo las reacciones y la tolerancia.
Otros cuidados recomendados para un niño con síndrome de Down
El nacer con este síndrome implica que se tendrán unas características físicas específicas. Y también una tendencia a presentar alteraciones de diferentes órganos y enfermedades que con los años se han ido documentando.
A partir de estos datos y estadísticas, los cuidados recomendados para un niño con síndrome de Down con relación a su salud están más claros. Hasta se pueden implementar de forma preventiva.
Revisar periódicamente su capacidad auditiva
Chequear con regularidad la audición es importante, ya que tienden a tener los conductos auditivos estrechos y se hacen vulnerables a padecer repetitivas otitis. La pérdida auditiva intermitente se estima entre el 60 % y el 70 %.
Vigilar el funcionamiento de la tiroides
Existe una relación estrecha entre las alteraciones de la tiroides y el síndrome de Down que no pueden pasarse por alto. Cerca del 45 % de estos niños la padecen o pueden desarrollarla en un futuro, por lo que la consulta con un endocrinólogo debe ser usual.
Visitar al odontólogo
Buscando evitar una enfermedad periodontal que es común en niños con síndrome de Down, la visita al odontólogo es tan importante como la del pediatra. Este se encargará de velar por la salud bucal de su hijo. Según estudios, se ve impactada por un reducido número de células T que compromete su sistema inmunitario.
Por otro lado, registran alteraciones en maxilares y lengua e hipotonía muscular. Pero especial cuidado necesitan las encías por malposición dentaria y por problemas de higiene.
Cuidar la vista
Los niños con síndrome de Down presentan problemas frecuentes en la vista. La miopía es más habitual que en el resto de los pequeños. En un alto porcentaje sufren cataratas, estrabismo, nistgamo y queratocono.
¿Cuándo ver a un profesional?
Desde el nacimiento, los cuidados recomendados para un niño con síndrome de Down contemplan el control pediátrico riguroso para detectar cualquier eventualidad con prontitud. Al principio mensualmente, luego cada seis meses si todo marcha bien. Es el pediatra quien lo deriva a un especialista.
Hay tablas de seguimiento para los niños y las niñas con estas condiciones especiales. El sobrepeso es común entre ellos, así como la baja estatura.
Investigar sobre el síndrome de Down para vencer los mitos
Muchos padres y madres conocen el diagnóstico del cromosoma extra desde antes que su bebé nazca. Decir que los cuidados de un niño o niña con condiciones especiales comienzan en ese momento no es una exageración, puesto que la aceptación familiar forma parte de ello.
Les permite a sus progenitores documentarse sobre esta trisomía 21. Esto les dará confianza y los ayudará a recibirlo con un estado emocional que brinde seguridad, afecto y comprensión.
Por último, les hará bien unirse a centros de apoyo que brindan acompañamiento a las familias en el proceso de aceptación. Intercambiar experiencias entre padres y madres siempre es buena idea para ampliar el conocimiento y juntos vencer los mitos.
Fuentes consultadas: mejorconsalud.as.com y ONsalus
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