Durante la presentación del informe oficial, Paulino detalló que ocho de los menores afectados presentan alguna condición de discapacidad, lo que ha requerido la activación de una respuesta especializada dentro del plan de acompañamiento implementado por el Gobierno.
Asimismo, destacó que 34 perdieron ambos padres producto de la tragedia que dejó un saldo de 237 muertos.
Estos casos están siendo abordados mediante el Modelo de Gestión de Casos del Sistema Nacional de Protección, que garantiza una atención integral personalizada, cubriendo aspectos psicológicos, educativos, legales, familiares y de salud.
El CONANI ejecuta esta línea de acción a través de 16 de sus 39 oficinas regionales y municipales, con énfasis en la Oficina Regional Metropolitana, que concentra 53 de los 174 casos registrados.
El seguimiento a estos menores se extenderá por al menos un año, como parte del Protocolo de Intervención Sociofamiliar activado por el Estado.
Estas acciones se suman al plan integral liderado por el programa Supérate, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, SIUBEN, el SNS y el CNSS, que también contempla apoyo económico, atención emocional y continuidad del acceso a salud para las familias impactadas por el siniestro.
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