Según un comunicado de la entidad emisora, en concreto en junio las remesas llegaron a los 923.8 millones de dólares, un subida del 7.9 % en comparación con el mismo mes del año pasado.
El BCRD señaló que los recursos enviados por la diáspora son importantes para el desarrollo, ya que generan «un efecto multiplicador en el consumo, la inversión y el financiamiento de los sectores más vulnerables del país».
Agregó que este desempeño positivo de las remesas se produce en un contexto internacional de «elevada incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales, donde se han afectado las expectativas de crecimiento global, provocando movimientos en los flujos de capitales y mayor cautela en los hogares y empresas, particularmente en los países que albergan comunidades migrantes».
En junio pasado de Estados Unidos procedió el 81.2 % de los flujos formales (unos 693 millones de dólares) y en segunda posición se situaron las remesas enviadas desde España, por un valor de 59.7 millones de dólares, lo que representa un 7.0 %.
De Haití llegó el 1.4 % y de Italia y Suiza el 1.3 % respectivamente, mientras que en el resto de la recepción de remesas se distinguen países como Canadá y Francia, entre otros.
En cuanto a la distribución por provincias de las remesas en junio, al Distrito Nacional llegó el 38.2 %, seguido de las provincias de Santiago y Santo Domingo, con un 12.5 % y 8.0 % respectivamente, lo que revela que más de la mitad (58.7 %) se recibe en las zonas metropolitanas del país, de acuerdo con el Banco Central.
Tras analizar el comportamiento reciente del sector externo, las perspectivas de la entidad contemplan una evolución favorable de los ingresos de divisas durante 2025, en especial por el turismo, la inversión extranjera directa (IED) y las exportaciones, además de las remesas.
Se estima que a final de año las remesas se ubiquen en torno a los 11,300 millones de dólares y los flujos de IED en los 4,700 millones.
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